La epidermis está en constante estado de renovación, un proceso impulsado por los queratinocitos, células especializadas que proliferan, se diferencian y migran a la superficie de la piel. Estas células son responsables de producir queratina, una proteína estructural fibrosa que constituye aproximadamente el 90% de la composición de la piel.La queratina se sintetiza a partir de aminoácidos esenciales, donde la cisteína desempeña un papel fundamental gracias a su cadena lateral azufrada. Esta característica única permite la formación de puentes disulfuro, que refuerzan la resistencia mecánica y la resiliencia de la barrera cutánea. La actividad dinámica de los queratinocitos y las propiedades bioquímicas de la queratina son fundamentales para mantener la integridad epidérmica, la protección y la salud general de la piel.